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martes, 26 de junio de 2012

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Capitulo: 3
Solté un suspiro y baje del coche,  cogí la mochila y empecé a andar mientras intentaba en vano encontrar las llaves del coche, ¿Dónde mierda están? Conseguido, lo cerré a distancia y llame al timbre de la puerta. Sé que hay alguien en casa y no quería embarcarme en otra búsqueda de llaves.  La puerta se abre, es Susan con una espectacular sonrisa ¿Qué esta tremando esa mala pécora? La esquivo a ella y a sus encantadoras preguntas de: ¿Qué tal el día? ¿Has estudiado mucho? ¿Cómo esta Miriam? Uff insoportable. Subo hasta mi habitación, orgullosa de la fantástica mirada de horror que Susan expresa ante mi  indiferencia.
Lanzo la mochila a la cama, ahora voy yo, estoy un par de minutos sin hacer nada, mirando al techo, ¿Cuándo llegaran los dichosos alienígenas? Suspiro y me doy cuenta de algo ¿Qué hacían todas esas cajas de embalar en casa ¿No se mudara Susan? Pero que digo si ya vive aquí, ¿Se va?, ¡SE VA! Me levanto de un salto y corro hacia el salón, doy un par de traspiés en las escaleras pero consigo equilibrarme. Las cajas ocupan todo el pasillo, tal vez son demasiadas solo para ella, mi sexto sentido empieza a sospechar algo, enseguida desecho la idea, mi sexto sentido a veces es imbécil y me juega malas pasadas. Llego al salón, mi padre junto a una caja llena de figuras y cuadros, guarda una jirafa de madera y un buda de cristal.
-¿Qué haces?- pregunto alarmada, mi sexto sentido me asusta cada vez mas con sus hipótesis- ¿Por qué guardas las figuritas de mamá?
-Colette, no te había oído entrar- dice dejando las figuritas de nuevo en la cómoda- Siéntate, tengo una buena noticia.
Le obedezco aunque tengo el ceño fruncido, que está pasando, el también se sienta, pero en un sitio distinto, Aparece Susan y se coloca junto a él, de pie. Mi sexto sentido cada vez inaugura algo peor, sonríen ambos, no pueden haber roto, sino no sonreirían, todas las demás posibilidades que se me ocurren son horribles.
-Recuerdas lo triste que estabas cuando nos mudamos aquí ¿verdad?- comienza mi padre.
Parece un poco imbécil, no iba a estar triste, mi madre había muerto de repente y mi padre me alejo de todo lo que conocía, de todo lo familiar y acogedor que tenia por la absurda inquietud de que me deprimiera más.
-Hemos decidido, Susi  y yo- ¿hemos? Eso suena a ha decidido Susi algo horrible para ti ja-ja-ja  frustrante-  Que deberíamos volver a casa, para que no te parezca que haya que huir de los problemas- no podía hablar me había quedado petrificada- No vendí  el adosado en el que vivíamos, podremos volver sin problemas, ya lo hemos organizado todo, nos iremos el próximo domingo, o sea dentro de dos días.
-¡¿Qué?! – fue lo único que supe decir.
-Se que ahora puede resultar un poco difícil de aceptar, pero creo que será lo mejor.
-¿Lo mejor?- no me atreví a decir nada más, si hubiera consentido que mis labios pronunciasen  palabras, solo serian insultos y maldiciones. Me levante rápidamente del sofá y fui hacia mi habitación, no corrí, solo ande, no me refería a esto cuando pedí algo interesante joder.
Me tire de nuevo en la cama, me quede dormida enseguida, la frustración que sentía en ese momento lo permitió. No desperté hasta el día siguiente, todo parecía un sueño, pero cuando baje a desayunar las cajas seguían allí, algunas llenas, otras a medio llenar y muy pocas vacías. ¿Cómo se le pudo ocurrir esta locura a mi padre? ¡Maldita Susan! Ella tiene la culpa de todo.
-Buenos días Colette- me saludo Susan.
-Lo serán para ti- me dedico una mirada de soslayo, no lo había oído.
Cogí una taza de café y me serví un poco, no eche leche, solo tres cucharadas de azúcar para que no fuese tan amargo. Me senté a la mesa junto a Susan que inevitablemente inicio un conversación.
-¿Estas contenta de que nos mudemos Colette?
-Ah ¿pero tú también bienes?- apunte con desdén. Ella me ignoro, como si no lo hubiera escuchado.
-Tu padre ha ido a hablar con el director de tu colegio para terminar de organizar tu traslado.
-¿En sábado?- me levante hacia la encimera, el café estaba demasiado amargo, cogí más azúcar y dos cucharadas mas para el café.
-Si- Susan asintió- Nos mudamos mañana tenía que terminar el traslado ya.
El café estaba imposible, otras veces no era tan amargo, tal vez era yo la amargada. Lo deje encima de la mesa y me dirigí fuera de la cocina.
-¡Quieres que te ayude a empaquetar tus cosas!- grito Susan desde la cocina cuando yo ya andaba por el pasillo.
-¡No! ¡Yo puedo sola!- le conteste si dejar de andar.
-¡Esta bien! ¡Tus cajas están en la puerta!
Cogí  las cajas, aun estaban plegadas y no me costó nada subirlas arriba, lo difícil será bajarlas.
Alienígenas aun estáis a tiempo de venir en vuestro ovni con colores relucientes sacarme de aquí y conquistar el país, el mundo, el universo y nombrarme vuestra única y leal reina.

sábado, 13 de agosto de 2011

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Capitulo: 2
-Uff, al fin se ha acabado esta tortura- dije mientras saliamos del instituto.
Solo ibamos nosotras dos hacia nuestros coches, las otras se habian quedado a torturar un poco mas a los profesores con sus quejas sobre el curso y los examenes.
Miriam no habia hablado en todo el camino de vuelta a los cohes y tambien habia estado mas distante durante las ultimas tres horas.Yo y mi sexto sentido sabiamos que le pasaba algo y no nos ibamos a quedar indiferentes.Puesto que mi sexto sentido no podia matelializarse y detenerla para preguntarle, supuse que deberia hacerlo yo.Me coloque en frente de Miriam, puse mis manos en sus hombros y la mire a los ojos.
-Miri- solo la llamaba Miri cuando queria decirle algo importante- ¿que te ha pasado? estas muy rara...
Miriam que habia estado mirando hacia mi, desvio la vista y como supuse que haria, se derrumbo.Empezo a llorar desconsolada, todos nos miraban pero no me importaban, en realidad a ellos tampoco les importaba que Miriam estuviera llorando, simplemente eran miradas curiosas que querian saber lo que sucedia, mientras Miriam lloraba en mi pecho, les dedique mi mejor mirada asesina a aquellos curiosos, que a continuacion se fueron dispando poco a poco.
Miriam dejo de llorar por unos instantes, y me miro tenia todo el rimel corrido y sus ojos azules estaban rojos.Trago saliba y comenzo ha hablar.
-Cuando hoy estabamos en el patio y fui al baño...snf...snf vi.. vi... a Armando dandose el lote con otra...
Sabia que tendria que ver con el...
-Porque no me lo dijiste.
-Pense que me dirias ya te adverti que ese tio era un soplapoyas...
-Pensaba hacerlo, pero no ahora... venga animate tampoco estabas tan colada por el- dice agarrandola de los hombros de nuevo.
-Lo se pero no me gusto que me pusiera los cuernos...
-Tranquila mañana lo mandas a la mierda y listo, no hay que llorar por eso- dije volviendo a andar.
-Pero mañana es sabado...-se quejo ella intentandose quitarse el rimel corrido.
-Pos le mandas un sms hija....
Llegamos a los coches y la conversacion termino, Antes de meterme en el mio le di un beso en la mejilla, justo como el que ella me dio esa mañana. Ella sonrio un poco forzada y se metio en su coche.Me fui a mi escarabajo entre, deje  la mochila en el asiento del copiloto y arranque el coche, ¿Aun ay esperanza a que lleguen los marcianos? Si, si no hay marcianos por lo menos algo interesante... eso espero...

viernes, 12 de agosto de 2011

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Capitulo 1:
Colette aparca el coche a la derecha del coche su amiga, Miriam.El coche de Colette es bastante estrafalario es un escarabajo con un color rosa chillon, siempre quiso tener uno asi, y cuando su padre consiguio ser el dueño de la empresa en la que trabajaba no fue dificil combencerle de que se lo comprara, ella conseguia todo lo que queria de su padre... hasta que llego Susan ella lo cago todo... diciendo que era una niña mimada y que tantas cosas la malcriarian, tarde querida, ya estaba malcriada y gracias a ella ahora sufre no siendolo. Colette se  baja coje la mochila se la cuelga al hombro y se acerca al coche de su amiga.
Colette tiene el pelo largo y negro, le llega hasta la cintura, es alta y tiene la piel blanca, sus ojos son muy grandes y profundos y de un castaño muy oscuro, casi negro. Le gustan las cosas extrañas las que no son... se podria decir normales y sobre todo le gustan las cosas que llaman la atencion, aunque no le guste llamarla pero esas cosas la atraen y no puede evitarlo.
                                                    ***
Me acerco con cuidado al coche de mi amiga, se que esta con él, no los he visto pero es como un presentimiento. Me dirijo a la parde izquierda de su coche y hay estan metiendose la lengua con ansia. Me han visto, Mirian intenta parar pero Armando no la deja y se ve obligada a seguir un par de segundos mas. Suspiro. Me dan asco, no por lo que hacen, es por quien lo hacen, en resumen es el chico el que me da asco, si esta bueno, uff como un quesito, pero es un gilipollas... hace un par de dias se estaba morreando con una, y hoy desde hace dos dias lo veo morreandose con mi mejor amiga, mejor dicho con mi unica amiga, si nos juntamos con mas chicas pero ninguna me cae bien... son... demasiado falsas y para que nos vamos a engañar, yo soy un poquito dificil de tragar.
Dejan de morrearse, uff ¡al fin!, Miriam se acerca a mi corriendo me abraza y me da un sonoro beso en la mejilla, ¡ah! no beses con los labios que han tocado al cerdo de Armando, sonrio forzadamente a Miriam y cuando ella abre su audi azul para cojer la mochila pongo una cara de asco especialmente para Armando, el me la devuelve pero no es tan carasteristica como la mia, ja te jodes me a costado mucho aprenderla.
Miriam sale del coche agarra la mano de Armando y se acerca a mi, comenzamos a andar hacia el instituto, cuando llegamos Armando se despide de Miriam con un morreo muuuyyy largo, despues me laza un beso yo finjo cojerlo y arrojarlo rapidamente lejos de alli, acto seguido imito el sonido de una bomba y sonrio con desprecio. Miriam rie ajena a la discusion mental de Armardo y yo.El se aleja enfadado y yo cojo la mano de Miriam y la alejo de alli, despues de esto estoy euforica.
Nos adentramos en el Instituto y nos acercamos a la esquina donde siempre estan las demas chicas, no me caen bien pero si ocurre algo se que estaran alli para ayudarme, son falsas pero a veces buenas tias.
Suena el timpre y las seis nos dirijimos a clase de matematicas, no he echo los deberes, bien empezamos el dia... seguro que me pregunta ami, en estos casos atraigo a la mala suerte...